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Muchas veces me pregunté el porque no se hacían mejores cosas en el hogar en donde vivo, porque no habían mejores bienvenidas o mejores interhogares, etc., sin embargo no había mucha gente que se interesara por mejorar estas cosas, sólo se quedaban en palabras que se llevaba el viento.

Me di cuenta que para hacer que las cosas fueran como yo esperaba, tenía que empezar por mí. Así fue como me fui insertando en todo, Mariapaz llamó a mi cabina para preguntar a Karen si es que quería participar, pero les faltaba alguien, Karen me preguntó y yo de inmediato accedí, era la oportunidad para de verdad hacer algo y no quedarme solo con mis ideas.

Luego de ser escogidas nos comprometimos a hacer de nuestro hogar, no sólo un lugar donde dormir, si no nuestra casa, para y con las hogareñas.

Siempre pensé al ser secretaria, que no haría nada mas que anotar lo que se habla en las reuniones tomar apuntes y tener todo en un acta, o sea mi cargo sería fome. Pero desde un principio al juntarnos en nuestra primera reunión de directiva, quedo muy en claro que nuestros cargos, si bien los teníamos y éramos responsables por ellos, no se trataba de sólo ejercerlo, sino que complementarnos, no había nada que la otra no pudiera hacer si una de nosotras faltaba, cualquiera de nosotras podía ser secretaria, presidenta o vice, daba lo mismo, porque todas entendíamos y conocíamos los temas que tratamos, las cosas que queríamos para nuestra casa, etc.

Es por esto que les digo chicas: no se saca nada con sólo hablar y hablar, hay que actuar, ser secretaria me ayudó a hacer algo de verdad real por mi hogar, sociabilizar mas con las hogareñas, crecer como persona, y darme cuenta que basta tener las ganas para empezar construir algo mejor.

Bueno, pero como todo lo que empieza, alguna vez tiene que terminar y llego el momento de dejarles este legado a ustedes, para que sigan mejorando y haciendo cosas por nuestra casa, que se motiven y sigan el camino que nosotros empezamos a forjar.

¡Una para todas y todas para una!